El privilegio y la dedicación detrás de un libro

Cuando le respondo a las personas que mi objetivo es ejercer en el campo editorial, muchas veces las personas me preguntan ¿Qué hace un editor?. Pocos leen libros diarios, algunos de vez en cuando, pero muy pocos conocen el mundo editorial que está detrás de todas esas páginas. Antes, nunca me fijaba en el sello editorial, ni siquiera sabía qué era, sólo compraba el libro por el título y autor. Cuando entre a la carrera de literatura, los maestros nos indicaban que sellos editoriales son los mejores al obtener los libros para la clase. Ahí empecé a observar las diferencias entre los sellos, hasta que hoy en día las identifico casi inconscientemente.

El trabajo editorial muchas veces es ignorado. Las personas no reconocen todo el fuerte trabajo que hay detrás de un solo libro. De los millones de libros que vemos en la librería, cada uno de ellos es el resultado de un esfuerzo y una dedicación enorme por el editor: tiene que leer las páginas una y otra vez; hacer cambios, desde el más pequeño hasta el más más grande; darse cuenta de los errores que fácilmente pueden pasar por alto; pasar horas creando un formato amigable y fluido para que el lector pueda tener una mejor experiencia; tener una sensibilidad aguda para saber si el libro va a atrapar al lector; y, construir todo material promocional del libro para que llegue a las manos del lector.

Estas son pocas de las cosas que hace el editor, y es importante recordar, que no sólo es en un sólo libro, sino en miles. Muchos ignoran que existe este trabajo y no piensan que la confección de un libro puede ser muy complicada. Aunque es un trabajo que requiere dedicación, atención al detalle y sensibilidad, también es un privilegio para aquellos que aman leer, pues constantemente se enriquecen de las letras y sus diversidad: nuevas, conocidas y de diferentes idiomas y temas.